lunes, 19 de marzo de 2012

Growing up (creciendo)


Nunca te fíes de un cosaco. Nunca por esto:
llega un día en el que desenvaina su espada
te la clava en la boca / en el velo del paladar
y escapa relamiéndose el bigote.

Y tú, con la sangre a borbotones,
con ese sabor dulzón entre los dientes,
piensas en tonterías, piensas en greguerías:
oh, si llega la imposibilidad de deshacer.

Así, mientras tú, herido de muerte,
deliras con Gómez de la Serna,
la emoción destructora, que decía aquel,
el verdugo lame y relame porque otra cosa qué.

¿Qué?
Nada.

Todo lo anterior era un prefacio
prefacio, palabra que de tan fea se proclama
prefea, fea y refea.
Era preámbulo sonámbulo. Prólogo monólogo.

¿Para qué?
Para esto:

The wheel of fortune takes a spin
Sometimes you lose, sometimes you win
But you must play the game again
Drink another cup, you're growing up.
Yeah yeah you're growing up, yeah yeah
you're growing up
It's good to know you're growing up.


Roy Orbison lo dice y ahora no hay quien le calle.

El otro día me metí debajo del suelo
para ver qué había a la vuelta del tablón.
¿Y sabes lo que encontré?
Promesas escritas con un edding (indelebles).

Las catacumbas de la mentira van a ir fuera.

Ha llegado la primavera pero yo quiero verano ya.
Y quiero que vayamos a Italia /a Nueva York
/ a Nueva Delhi
y que no hablemos de nada,
que nos quitemos la palabra.
La paradoja. Otra y ya van mil.

¿Y qué más?
Nada.

P.D. Perdón si los experimentos de este cuadernillo se demoran... pero estamos cociendo otros brebajes en formato libro. La letra con sangre entra y luego vais y lo leéis. Gracias...

P.D. 2. La felicidad empieza a ser esto.

P.D. 3. Te besaré en espiral cuando no mire nadie. Así.

P.D. 4. La memoria USB de la foto almacena el libro del que pronto tendréis noticias y Tal. Detrás aparece Truffaut, que lo oye y lo ve todo aunque haga como que no.

P.D. 5. Growing up, de Roy Orbison, suena así.

2 comentarios:

  1. ¿Cómo pudiste fiarte de esas promesas? Qué ingenuo.
    A partir de ahora confía tan solo en promesas escritas dentro de un corazón de tiza en la pared. Cuando las veas te llevarán a la orilla de una playa, donde hace seis meses podías crecer con alguien que te hubiesde quitado la palabra con tan solo mirarte.
    La rueda de la fortuna parará en Berlín, Australia e incluso en una ciudad de España.
    P.D. Cosacos los justos.
    P.D.1. Para palabra fea: indeleble.
    P.D.2. Esta vez no soy una psicópata es que me he tomado tres gin-tonic, de los de toda la vida.
    Millones....
    P.D.10000. Te leeremos, más que con sangre, con paciencia.

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