viernes, 30 de noviembre de 2012

Accusatio manifesta


Entenderé que os hayáis ido (pero me jode).

Excusatio non petita:
Si no escribo aquí es porque escribo allí. Allí donde pagan.
Lo llamaremos Realismo trágico: dícese de aquella corriente pseudoliteraria repleta de aspirantes a escritores cuyos versos libres no alcanzan para pagar las malditas facturas.
Dícese de mí.
Con los suyos, Paul Auster enciende la calefacción y luego abre las ventanas.
Pasa entonces que todo Brooklyn se calienta de versos.
(Paul es un radiador centralizado de largo alcance. Aunque a mi me deje frío).


Google Analytics. Qué gran invento. Durante el ejercicio de 2012, me ha reportado 2 euros a cuenta de esto que con tan escasa frecuencia os cuento. Podría decir que no he movido un dedo para alcanzar tal suma, pero mentiría: los muevo todos (el tecleo es lo que tiene) y a una velocidad aceptable. Nunca alcanzaré, eso sí, similar vértigo Dvorak al logrado por la fallecida mecanógrafa y premio Guinness Barbara Blackburn, pues ella escribía más rápido que nadie. Más que Cela incluso. Lástima que en la aseguradora donde trabajaba, la State Farm de Salem, sólo la dejasen procesar textos hasta que llegó su dorado retiro. Aquí la tenéis en acción, para que no digáis que miento.



Por lo demás, todo bien. Un día de estos escribiré ficción (más) y ahí sí mentiré (más). Mientras, vamos a ver si llenamos todo esto de poesía, frase que he tomado prestada del hermano Álex y pasando del copyright.

P. D. En la foto que ilustra lo de hoy sale gente esperando, sí. Más de la que jamás entrará aquí, lo sé, pero eso me da igual. Lo bueno es que se trata de un fotograma de The ice storm (Ang Lee, 1997). La tormenta perfecta, la película perfecta. El plan perfecto para ayer, hoy y mañana.

P. D. 2. En vez de versos, os dejo a Michael Stipe, que escribe (y encima luego lo canta) mejor que cualquiera. Porque We all go back to where we belong.






miércoles, 5 de septiembre de 2012

La causa (de tanto no hacer nada)


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Mentira. No puedo. Ni quiero.
Además, que Neruda siempre me ha parecido un cursi
(un repipi, dirías tú).
Venga, apalead al insensible. Al que va de beat, hit*.

*(strike, knock, bang, kick, punch, bump, bat, slap, smite, slam, whack, 
thump, rap, thrash, club, lash, jab, wallop, clobber, bop, slog, clip, fail).
En inglés, una paliza puede durar esto.
Una paliza tipo cómic, eso sí.

Ahora diréis que dónde estaba.
O igual os importa un tal, pero va:
aquí, veraneando en tu hierba,
en esa hierba que crece y pica. 

-¿Y mientras?
-¿Mientras qué? No entiendo la pregunta.
-Mientras ves crecer la hierba.
-Mientras...


...espero a que llueva para escribir
y me lo monto como un mantra; como quien oye llover.
En verdad, invenciones todas de escaqueo,
escaqueo matraqueo eo-eo-eo.
(la rima frena la arritmia).

Escaqueo, decía, de palabras y tecleos
por los ratos biengastados en ver crecer la hierba.
Y he aquí la causa de tanto no hacer nada:
vivir me ocupa todo.

Pasa, Whitman, no te quedes ahí.
Whitman 1, Neruda 0.

P.D. "I loafe and invite my soul / I lean and loafe at my ease observing a spear of summer grass" (Song of Myself, Leaves of Grass, Walt Whitman).
P.D.2. Comer, escribir y rascar todo es empezar. Ya he comido (hoy sí) ya he escrito (esto) y tú te rascas. Vamos bien.
P.D. 3. I will wait es lo nuevo de Mumford & Sons y suena a esperar.
Y a seguir, a empezar, a caminar, a otoñar si el otoño pudiera conjugarse.
A veces, hasta a Whitman.
P.D. 4. Arrancamos.

lunes, 25 de junio de 2012

Contador a cero



Contador a cero puede significar dos cosas: 

1. Que quien cuenta no cuente nada porque está seco. A cero. 
O a menos incluso.
2. Que el marcador se resetea porque una etapa ya caput. 
Y que, por tanto, empezamos de nuevo.

Estas líneas van por ahí, por lo uno y por lo otro (lo 2). 
Y disculpen el retraso.

Como bien sabrán, y si no lo saben es que algo hemos hecho bah, el #FinDelMundo vuela solo tras un par de meses atizando al personal. 

Y ahora toca qué:

Ahora toca sol, toca tú y toca ensalada caprese.

La ensalada caprese es un plato que, cuando llegas a Italia, intentas traducir para que lo entienda el camarero. Es igual que si pides un capuccino en chino y un chino te da té. Porque la globalización es un lío y porque tú me enredas. Bien.

La promesa: vamos a escribir cosas nuevas, a contar otras mentiras que luego atizaremos, como el fuego, para calentarnos cuando el frío. El verano huele a sol y el invierno, ya lo verás, también.

Esto es sólo un prólogo (apresurado pues el cerebro da lo justo) de planes y planeos, de aviones y volcanes, de capuccinos y algún té. Quiero.  

P.D. Son montones las casualidades que hacen mirar al futuro. Incluso esos robots de Yoshimi con los que arranca el día cada día. Suenan así.
P.D. 2. Esto va como un cohete. De ahí la foto.
P.D. 3. La idea consiste en dedicar las vacaciones (un rato al menos) a Faulkner. La mansión y Cartas Escogidas son dos tochos por los que igual pago sobrepeso en Barajas. Qué sabrán ellos de lo que pesa dios.

martes, 24 de abril de 2012

La Generación del #FinDelMundo


Ya no falta nada. Esto se acaba. 2012.

Pum.

Por eso hace calor, por eso apenas llueve:
porque estamos resoplando, de repente,
el último verano.
Y, aunque suene a Hollywood,queridos lectores, parece que va en serio.
Menos mal (que dirán algunos)
o menos bien (que dirán los felices)...
pues no nos queda otra.

El día exacto del #FinDelMundo no lo saben ni los mayas ni los nostradámicos,
ni los distópicos ni los escépticos;
tampoco los aquí firmantes
y ni siquiera los tuiteros,
pero todo apunta a que llegará sin avisar.

Pum.

Con tal motivo y confiados siempre en que el
apocalipsis nos pillase leyendo,
Antonio Huerga, Charo Fierro y el aquí contante
decidimos hace casi un año
reunir a un puñado de prosistas y poetas,
prosistisas y poetisas, todos ellos hábiles juntadores de letras.

Apuradas las cañas que nos llevaron a tamaña chaladura, comenzamos el
proceso de selección sin titubeos.
Sabíamos que eran ellos quienes
debían estar con nosotros
aunque no vendiéramos libros como churros.
Mejor dicho, por eso mismo: no nos gustan
las masificaciones ni esa textura grasienta
de los best-sellers oportunistas,
oportunismo al que aspiramos nosotros, sin embargo.
Porque sí, paradójicos somos todos.

Y todos somos Alberto Chessa, Álex Prada,
Álvaro Deudero, Bárbara Mingo, David Moralejo,
Gontzal Largo, Guillermina Royo-Villanova,
Isabel Navarro, Javier Morales,
Mario Suárez y Zachary G. Payne.

Ahora, con este humilde papelario entre las manos,
vosotros también formáis parte del juego. Disfrutad, no hay reglas.
Pronto tendréis más noticias.
Y que se acabe el mundo si miento.

Pum.

P.D. Esto es parte de un regalo. De un enorme regalo. Justo un año después de "Una vez más, nadie me echa de menos", los magníficos editores Antonio Huerga y Charo Fierro han vuelto a hacerlo: se han lanzado al vacío y sin paracaídas, esta vez junto a once escritores locos. Peor aún: locos e inexpertos.
P.D.2. Hoy quería adelantar, a modo de aperitivo, la carta de presentación que acompaña a "2012, la Generación del #FinDelMundo", un breve texto con el que he pretendido resumir cómo vivimos la lenta (y bestial) gestación de este libro.
P.D.3. Si nada se tuerce, estaremos en la Feria del Libro de Madrid para presentarlo, venderlo y hasta firmarlo si queréis.
P.D.4. La foto es la portada, claro. Y la genial ilustración, obra de Gontzal Largo, al igual que las interiores. Seguidle aquí.

martes, 10 de abril de 2012

Oye...


Cuando escuches "oye" de repente
cuando después no diga nada más
no te inquietes, no preguntes:
sólo quiero eso.

Oye.

Me pides que escriba aquí
(allí no)
aquí
y ya ves, ya lees.

Ahora estoy sin saber qué decir
Dando vueltas alrededor del teclado
del sistema qwerty que, mira tú:
si fuera palabra, sería bonita.

Qwerty.

(El teclado Qwerty lo inventó Christopher Sholes en 1868,
nunca te acostarás sin que wikipedia te ilumine).

Ayer nos enteramos de dos cosas sin wikipedia:
1. Los escritores sólo pueden casarse con poetas.
(y nos dio igual).
2. La crema de calabacín desconecta redes wi-fi.
(y lo mismo).

Oye.

Ahora lo sé
sé que me estás mirando
y es cuando desaparece la musa
si acaso la hubo alguna vez. Uf.

Te dejo que me quieren arrancar los dientes
(or something like that).
A ver, pero que no te dejo, que sólo aquí.
Que sólo un rato.

Qwerty.

P.D. Esta canción creo que es mi favorita de Belle & Sebastian. Tardan un poco en arrancar (1:03) pero luego ya no hay quien los pare.
P.D.2. Y esta otra te gustó mientras yo me empeñaba en buscarle tres pies a las bolboretas. O tres alas.
P.D.3. La foto es de un sitio en el que viví una vez. Creía que no me acordaría, pero sí. Perfectamente.
P.D.4. Oye.

lunes, 19 de marzo de 2012

Growing up (creciendo)


Nunca te fíes de un cosaco. Nunca por esto:
llega un día en el que desenvaina su espada
te la clava en la boca / en el velo del paladar
y escapa relamiéndose el bigote.

Y tú, con la sangre a borbotones,
con ese sabor dulzón entre los dientes,
piensas en tonterías, piensas en greguerías:
oh, si llega la imposibilidad de deshacer.

Así, mientras tú, herido de muerte,
deliras con Gómez de la Serna,
la emoción destructora, que decía aquel,
el verdugo lame y relame porque otra cosa qué.

¿Qué?
Nada.

Todo lo anterior era un prefacio
prefacio, palabra que de tan fea se proclama
prefea, fea y refea.
Era preámbulo sonámbulo. Prólogo monólogo.

¿Para qué?
Para esto:

The wheel of fortune takes a spin
Sometimes you lose, sometimes you win
But you must play the game again
Drink another cup, you're growing up.
Yeah yeah you're growing up, yeah yeah
you're growing up
It's good to know you're growing up.


Roy Orbison lo dice y ahora no hay quien le calle.

El otro día me metí debajo del suelo
para ver qué había a la vuelta del tablón.
¿Y sabes lo que encontré?
Promesas escritas con un edding (indelebles).

Las catacumbas de la mentira van a ir fuera.

Ha llegado la primavera pero yo quiero verano ya.
Y quiero que vayamos a Italia /a Nueva York
/ a Nueva Delhi
y que no hablemos de nada,
que nos quitemos la palabra.
La paradoja. Otra y ya van mil.

¿Y qué más?
Nada.

P.D. Perdón si los experimentos de este cuadernillo se demoran... pero estamos cociendo otros brebajes en formato libro. La letra con sangre entra y luego vais y lo leéis. Gracias...

P.D. 2. La felicidad empieza a ser esto.

P.D. 3. Te besaré en espiral cuando no mire nadie. Así.

P.D. 4. La memoria USB de la foto almacena el libro del que pronto tendréis noticias y Tal. Detrás aparece Truffaut, que lo oye y lo ve todo aunque haga como que no.

P.D. 5. Growing up, de Roy Orbison, suena así.

lunes, 13 de febrero de 2012

Causa - efecto


Hacía que no estaba malo desde la última vez
(pero que no estaba malo; fingía).
La última vez que estuve malo eran más las ganas
(las ganas de que me cuidaras, sospecho).

La oximetazolina es lo mejor para la congestión nasal
lo dicen en la tele y la tele es dios (doy fe).
Lástima que nunca encienda la tele
y se me caigan los mocos por tanto.

Por tanto pasar frío, por tanto desdormir
que es como despertar sin sueños
con sueño en singular
causa - efecto por defecto.

Llevé a analizar todas tus palabras
y los forenses lo vieron claro:
quien busca quiere encontrar
quien grita quiere ver
quien recuerda quiere revivir
quien bebe quiere olvidar
quien quiere (quiere) amar.
Causa - efecto por defecto.

Ahora, mientras espero un por qué
se me caen los mocos por tanto.
Por tanto.

P.D. Lo de los mocos es tan real como un catarro. El malestar general.
P.D.2. I have no need of friendship; friendship causes pain / It's laughter and it's loving I disdain. Esto dice I am a rock, una canción de Simon & Garfunkel (sí) que suena a pop pero es pura melancolía. Es disimulo.
P.D. 3. La foto es por si Frenadol quiere patrocinar la entrada. Quid pro quo.